
๐ด La historia de Diana Jael, estudiante de Psicologรญa que muriรณ ahogada en su pensiรณn tras las inundaciones en Poza Rica, revela la tragedia que viven jรณvenes forรกneos y la indignaciรณn de sus compaรฑeros por la falta de respuesta oportuna de las autoridades
Poza Rica, Ver.โ Diana Jael soรฑaba con ser psicรณloga y sus amigos sostienen que reunรญa muchas cualidades: era empรกtica, dulce y amable. Para cumplir su proyecto dejรณ su natal Tamiahua y se instalรณ en Poza Rica, en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana. Sus padres encontraron una pensiรณn cรณmoda y segura para ella, a tan solo cuatro cuadras de su escuela. Nunca pensaron que morirรญa ahogada en esa casa color verde turquesa, la mรกs bonita de la calle Josรฉ Martรญ, encerrada bajo llave.
En la casa de dos pisos hay diversas marcas que reviven la tragedia que allรญ ocurriรณ el pasado viernes 10 de octubre. Hay rastros del agua que tapรณ por completo la habitaciรณn donde Diana repasaba sus apuntes; hay dedos dibujados con lodo sobre unas cortinas grises de la cocina โno se sabe si son de la joven de 20 aรฑos en su intento de escapar o de vecinos que rescataron su cuerpo en plena inundaciรณnโ.
Pero hay un indicio que llena de impotencia a quien camina por esta calle fรฉtida y empantanada. La chapa de la entrada principal a las habitaciones estรก forzada; vecinos explican que es porque la puerta estaba bajo llave y eso impidiรณ que Diana pudiera salir antes de ahogarse.
A la colonia Morelos han llegado estudiantes de la Universidad Veracruzana que se organizaron para hacer un pase de lista de todos sus compaรฑeros que rentaban en este lugar conocido como una zona estudiantil.
15 muchachos que recriminan a las autoridades la falta de ayuda para limpiar los escombros en esta colonia donde puede haber pistas de estudiantes desaparecidos, pero tambiรฉn muestran su enojo con las autoridades de la casa de estudios por haber suspendido las clases muy tarde, cuando a los alumnos forรกneos ya no les daba tiempo de encontrar corridas disponibles en la terminal de autobuses que tambiรฉn terminรณ destruida por la furia del rรญo Cazones.
โTodavรญa alcancรฉ a hablar con ella el dรญa jueves por la noche (9 de octubre). Yo soy de Tuxpan y ella de Tamiahua, bรกsicamente somos vecinos (de municipio). Le preguntรฉ que si se habรญa ido. Me dijo que no. Yo tampoco me habรญa ido por lo mismo que cancelaron clases a la mera horaโ.
โYo muy apenas y pude salir de aquรญ de Poza Rica. Entonces, pues ya pasa la situaciรณn y a ella la reportan como desaparecida. Ahรญ sientes que te da un choque y dices “Oye, acabo de platicar con ella hace poquito.” Y de ahรญ me da el choque mรกs duro cuando aparece muertaโ, dice el estudiante de la Universidad Veracruzana.
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Muriรณ junto a su novio, tambiรฉn estudiante
Al igual que Diana Jael, en la inundaciรณn de Poza Rica falleciรณ su novio, Carlos Eduardo Baltazar Ramรญrez, estudiante de ingenierรญa Mecatrรณnica del Instituto Tecnolรณgico Superior de Poza Rica. El joven tambiรฉn era originario de Tamiahua y estudiaba el quinto semestre de su carrera.
Sobre Baltazar Ramรญrez corre una versiรณn que replican compaรฑeros de Diana Jael y los mismos vecinos de la colonia Morelos. โDicen que el chavo sabรญa nadar y que por eso se saliรณ de su pensiรณn para rescatar a la chica; pero que todo estaba muy feo y ya no pudo llegarโ. Lo duro de la versiรณn oficial es que ambos murieron en la misma colonia. El cuerpo de Diana los vecinos lo cargaron hasta un Oxxo del bulevar Lรกzaro Cรกrdenas donde su padre lo reconociรณ. Sus gritos los llevan grabados las personas que presenciaron la escena.
Al interior de la pensiรณn de Diana Jael se aprecia las paredes interiores de colores rosa y beige con los pocos recuerdos que quedan de la estudiante. Un ropero de madera, el colchรณn individual, un escritorio, el ventilador con el que se refrescaba en medio del caracterรญstico calor sofocante de Poza Rica yโฆuna chancla de vaquita, que bien pudo ser de ella o llegรณ por el arrastre de la corriente.
Mientras que, en la entrada de la Facultad de Ciencias de la Salud, la que tantas veces cruzรณ, fueron colocadas dos veladoras para honrar su memoria y asegurar que, en el regreso a clases, sus compaรฑeros la recuerden en cada clase a la que ya no asistirรก.




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